martes, 2 de septiembre de 2014

A VUELA PLUMA: A PROPÓSITO DE JENNIFER LAWRENCE


                           Llevo  unos días oyendo  hablar  de la filtración de unas fotos y vídeos donde la actriz Jennifer Lawrence aparece desnuda . Al parecer, esa filtración se ha producido tras un hackeo de la cuenta  "en la nube"  de esta chica.

                Es decir  (al parecer y hasta que no se demuestre lo contrario), la filtración no ha sido voluntaria sino fruto de un ataque a SU PROPIEDAD:  le han robado sus fotos, sus vídeos, SU INTIMIDAD. Sí señoras y señores: LE HAN ROBADO.

                Por tanto, ELLA ES LA VÍCTIMA. Sin embargo, lo que he leído acerca del asunto la está convirtiendo en verdugo; como si ella fuera la beneficiada (directa o indirectamente) de ese delito. Sí, delito, con todas las letras.

                De ella se ha dicho que,  con ese cuerpo, no tiene nada que esconder, que no se preocupe porque está estupenda;  se afirma que hoy en día un cuerpo desnudo no es nada malo.  Y (lo más preocupante, en mi opinión):  que lo que le ha pasado es por su culpa, que hay que ser tonta por hacerse esas fotos y almacenarlas en la nube o en su móvil.

                Salvando las necesarias distancias,  estos comentarios (mejor o peor intencionado)  me huelen  -mejor dicho ME APESTAN-  a aquéllas sentencias que hubo hace unos años (no muchos, desafortunadamente)  en las que muchos violadores y/o abusadores sexuales quedaban absueltos  porque sus Señorías (Jueces)  entendían que la mujer no era tan víctima como pretendía porque con su minifalda, sus camisetas de tirantas o sus ombligos al aire, habían PROVOCADO al pobre señor. Vamos que ELLA SE LO MERECÍA.

                Hace muy pocos días, hemos asistido a unas declaraciones del Alcalde de Valladolid, en las que sentenciaba sobre dónde debían estar las mujeres a una hora determinada o en las que frivolizaba sobre la posibilidad de que alguna mujer intentara acusarle de una delito de carácter sexual. (Para ser lo más objetiva posible, aquí  podréis encontrar el Audio de sus palabras 

                También estos días hemos oído al Alcalde de Toledo acusar a la Sra. Cospedal de no saber pasar la aspiradora.

                Repito, salvando todas las distancias y sin ánimo de equiparar en gravedad estos delitos, debo RECLAMAR MIS DERECHOS  a ponerme la ropa que me dé la real gana, a pasear por dónde quiera, a salir o a entrar cuando me apetezca, a no pasar la aspiradora, a tener mi intimidad a salvo, a hacerme las fotos que quiera y a guardarlas donde me venga en gana. Y, SOBRE TODO, RECLAMO MI DERECHO A NO SER CONSIDERADA VERDUGO CUANDO SOY LA VÍCTIMA.