miércoles, 26 de febrero de 2014

DE NUEVO,..... ¡¡¡GRACIAS¡¡¡.


                Hace poco, como ya sabéis muchos y muchas, se ha cumplido un año desde que inauguré este espacio de expansión, aprendizaje,  comunicación e interacción.

                Y en ese año, este blog no ha parado de darme alegrías. La última la recibí anoche de un gran amigo, que me indicó que mi blog estaba incluido entre los seguidos por el OBSERVATORIO DE LA BLOGOSFERA DE RRHH.

                Además, me indicó que se había seleccionado específicamente uno de los post  (llamado  "El eslabón más débil de TU cadena").

                Por tanto, de nuevo  ¡¡¡¡GRACIAS¡¡¡  tanto al Observatorio como a quienes tenéis la amabilidad de leer y compartir  lo que escribo.

                Y también debo pedir PERDÓN al Observatorio por no haberles agradecido antes esta generosidad para conmigo. Y que sepáis que luciré con mucho orgullo vuestro logo.

miércoles, 19 de febrero de 2014

¿QUÉ SIGNIFICARÁ TRABAJAR POR PROYECTOS?


             Creo que tod@s somos conscientes (o debemos serlo) de cómo están cambiando las relaciones entre empleador y emplead@.  Y no me refiero sólo al fin de los tradicionales empleos  "ordinarios indefinidos", ni a las cada vez más frecuente movilidad geográfica y funcional, ni a la necesaria internacionalización.

                Para abundar más en el tema, os remito al magnífico artículo de Isabel Iglesias Álvarez, llamado  "El futuro del empleado, el empleado del futuro".

        apretón de manos vector carácter creador de dibujos animados        En estas líneas me quiero referir a los CONTRATOS O TRABAJOS POR PROYECTOS, figura relativamente nueva en España, pero que ya cuenta con una cierta tradición en otros países de nuestro entorno.





                Y siendo cierto que quienes ejercemos actividades profesionales estamos acostumbrad@s  a prestar servicios puntuales a otras empresas, no lo es menos que esta nueva forma de relación va a extenderse a otros colectivos (pymes, por ejemplo) y va a crear un nuevo estatuto jurídico-laboral que requerirá una regulación específica.

 

¿Cómo afectará esto a las empresas?
                Sinceramente creo que el efecto será muy importante, que se producirá más pronto que tarde y que obligará a replantearse   -de nuevo-  lo que veníamos haciendo hasta ahora, sobre todo en lo que a la gestión de las personas se refiere.

                Evidentemente, contratar por proyectos implicará:

                -  "PERDER"  UNA PARTE DEL PODER DE DECISIÓN INHERENTE A LA FIGURA DEL EMPRESARIO:  yo empresa, ya no te diré cómo hacer las cosas, sino qué resultados quiero conseguir y el plazo en el que quiero esos resultados; y serás tú,  como ejecutor, quién decida el cómo y quién pongas los medios adecuados y necesarios para ello;

                - RECONOCERSE MUTUAMENTE UN STATUS DE EQUILIBRIO: ninguna de las partes deberá tener una excesiva posición de dominio sobre la otra, del mismo modo que ninguna de las partes deberá ser beneficiaria de una especial protección o tutela (al contrario de lo que sucede ahora en las relaciones de trabajo).
                Lo anterior no significa que la empresa pierda toda su capacidad de dirección y decisión; significa simplemente que ambas partes deben discutir y acordar  sin sometimiento, ya que ambas partes son responsables  "solidarios" del buen fin (éxito) del proyecto y ambas partes tienen poder de dirección y decisión.
 
                 - DEJAR DE TENER EMPLEAD@S Y EMPEZAR A RECLUTAR COLABORADOR@S Y PARTNERS:  las empresas empezarán a trabajar con personas a las que no pueden dar órdenes ni dirigir; con personas o entidades que tendrán capacidad de opinar y de decidir.
 
                Porque ambas partes estarán interesadas en el éxito del proyecto, por distintas razones. Y para ello,   ambas partes deberán trabajar codo con codo, implicándose en el resultado y estableciendo permanentes relaciones fluidas, abiertas y sinceras.

                - CREAR UNA ORGANIZACIÓN CIRCULAR:  una vez contratado alguien para un proyecto,  ambas partes deben organizarse (relacionarse entre sí)  de forma circular,  de manera que las relaciones sean constantes y libres, sin jerarquías ni escalafones y sin intermediarios ni formalidades que retrasen la consecución del resultado pactado;

                - Ello NO IMPLICA CARECER DE INTERLOCUTORES AD HOC, pues lo contrario podría conducir al caos; se trata de que tod@s l@s implicad@s en el proyecto lo conozcan hasta el más mínimo detalle, evitando dilaciones por ausencias o por formalidades excesivas, ...

 

¿Cómo afectará a los "trabajadores"?.
            El cambio  empezará por el mismo nombre (ahora serán/seremos prestador@s de servicios o colaborador@s), pasará por un cambio de concepto o mentalidad y finalizará con la necesidad de regular un nuevo estatuto jurídico del autónomo.  Ampliemos algunos puntos:

                - FIN DE LA ESTABILIDAD:  ya no habrá empleos indefinidos y creadores de zona de confort. Ni siquiera la estabilidad geográfica será un algo común.
                Y a ello debemos empezar a acostumbrarnos, cambiando nuestra mentalidad desde ahora mismo: nadie sabrá ni cuándo ni dónde estará el siguiente proyecto a realizar; tendremos que buscarnos la vida cada día; tendremos que vendernos a cada minuto; habremos de saber dónde y cuándo estar presentes para hacernos visibles,....

                - ESPECIALIZACIÓN, CALIDAD Y EXCELENCIA: estos conceptos (tan abstractos a veces hasta ahora)  marcarán la diferencia, serán el valor añadido que distinguirá a los y las profesionales a la hora de ser contratados o contratadas.
                - ADAPTACIÓN/REACCIÓN:  El/la profesional deberá trabajar sabiendo que el proyecto puede estar sometido a cambios permanentes, decididos por otr@s. Por ello deberá tener la capacidad para adaptarse   -sin inconvenientes-  a esos cambios, reaccionando con toda celeridad; no sólo para cumplir con los plazos sino, sobre todo, para poder iniciar otro proyecto nuevo, para poder ser contratado de nuevo.

                - COMPROMISO Y CORESPONSABILIDAD: El negocio del nuevo "trabajador por proyecto" será ayudar a su cliente, comprometiéndose directamente con su éxito, haciéndose corresponsable del mismo.
                - REPUTACIÓN Y COBRO POR RESULTADOS:  Del éxito del proyecto ajeno dependerá el suyo propio: sus honorarios, su reputación, su futuro.

               

¿Cómo afectará a los Departamentos de Recursos Humanos?.

                De nuevo nos enfrentaremos a un reto apasionante: coordinar nuestra empresa con otra u otras que aparecerán y desaparecerán de nuestros  "ficheros" continuamente.  Quiero hacer un post específico sobre este tema, por lo que voy a limitarme a señalar unas pocas notas  iniciales:

                -  RECLUTAMIENTO:  Las redes sociales serán la fuente de reclutamiento de las y los profesionales a contratar; a través de las redes conoceremos su reputación, su experiencia, su forma de trabajar, .... Ahora más que nunca, si no estás no existirás, como tan acertadamente ha sentenciado Eva Collado Durán. 

                - RELACIÓN JURÍDICA EMPRESA/PROFESIONAL: Evidentemente, la relación empresa/profesional se articulará a través de un contrato similar al de arrendamiento de servicios.
                No cabría formalizar un contrato laboral   (ni siquiera temporal) ya que ambas partes tienen poder de dirección y decisión sobre el proyecto y l@s profesionales contratad@s deberán decidir sobre la forma de ejecución del proyecto,  desapareciendo así la  "ajenidad". 

                Ello implicará que cada parte será responsable del personal y los medios que aporte al proyecto, pero bajo el control y la supervisión de la empresa contratante: está deberá constatar que el personal aportado por el/la profesional contratad@ esté en situación legal, que tenga la formación y experiencia adecuada para realizar el proyecto,...
 
                Pero ésta no es sólo  una cuestión legal, sino que va más allá: es una cuestión de responsabilidad social corporativa, que la empresa contratante tiene que exigir también a sus colaboradores y colaboradoras.

                - COMUNICACIÓN Y COORDINACIÓN:  Aunque la relación entre empresa y profesional sea temporal, lo cierto es que mientras dure esta relación ambas partes deberán estar permanentemente comunicadas y coordinadas para que el proyecto funcione.
                Corresponderá a los Departamentos de RRHH establecer sistemas de comunicación en la empresa que se extiendan a l@s profesionales que colaboren con ella y que les permita acceder desde otras ubicaciones.

                - TRABAJO/SERVICIO:  El colaborador o colaboradora contratad@  no tiene el mismo rol que el personal de la empresa; por ello, debemos olvidarnos de exigirle su presencia física, no podemos usar los mismos indicadores para  medir resultados a fin de mes, ......

Y tú ¿sabes ya si serás un profesional del futuro?
 

lunes, 3 de febrero de 2014

LA CARA POSITIVA DE LOS CONFLICTOS.


                 El diccionario de la RAE define el conflicto, entre otras  acepciones,  como   "problema, cuestión, materia de discusión". Es decir, una situación en la que se enfrentan distintas opiniones o puntos de vista, generando discrepancias.

               mujer tristeza hombre Los conflictos, los desacuerdos,  están presentes en todas nuestras relaciones, tanto personales como profesionales. Y, a pesar de que se dice que dos no discuten si uno no quiere, lo cierto es que las discrepancias, las diferencias y los  "roces" son prácticamente inevitables desde que abrimos los ojos.


                Entonces   ¿el conflicto es siempre un elemento negativo?.  Pues sinceramente, en mi opinión NO. Me explico: creo  que el conflicto tiene tres elementos fundamentales:

                - La forma en que se  exterioriza.

                - La forma en que se recibe.

                -  El interés de las partes en resolverlo.

 

                A mi juicio, será la combinación de estos tres elementos la que determine el enfoque negativo o positivo del conflicto, de forma que producirá efectos negativos cuando:

                a) lo exterioricemos en   "modo metralleta" ; es decir, soltando las cosas a bocajarro, sin mirar cuándo ni cómo, sin considerar quién es el interlocutor o la interlocutora adecuad@s, buscando machacar al adversario,.....;

                b) cuando lo recibamos como al pelotón de fusilamiento, como  un ataque personal: el mundo contra mí; esto es fruto de la envidia; mira quién habla o el famoso  "y tú más";

                c) cuando la resolución proceda de una imposición exclusivamente,  porque nos neguemos en redondo a rendirnos, porque nos cerremos en banda ante la posibilidad de ceder ni siquiera un milímetro en nuestras posiciones.

 

                Por el contrario, el conflicto podrá considerarse como un elemento  positivo  de las relaciones cuando nos permita cambiar la actitud de confrontación por la de colaboración.  Y para ello debemos:

                a) Exteriorizar nuestra discrepancia en el momento más adecuado para todas las partes, cuidando el entorno y -por supuesto-  nuestro lenguaje. Busquemos la forma y el momento más propicio para crear un diálogo; cuidemos la puesta en escena (sentémonos al lado y no enfrente, hablemos cara a cara y no por teléfono, mail,....).

                b) Recibir la discrepancia despojándola de cualquier consideración de crítica personal y considerando,  desde el primer segundo, la posibilidad de que el otro/la otra  puede tener (al menos)  una parte de razón.

                c) Intentemos resolver el conflicto ya y de forma definitiva. No me refiero a precipitarnos en cerrarlo, sino en evitar que se enquiste y en aclarar definitivamente todos los aspectos de la discusión para que no se vuelva a repetir.
                Debemos dar una oportunidad a la escucha activa, a la empatía, a la inteligencia emocional, .... y buscando soluciones win-win.

 

                ¿Y cuáles pueden ser los efectos positivos de las situaciones de conflicto en el ámbito laboral?. Yo te sugiero, sin carácter exhaustivo, los siguientes:  

                1.- La relación está viva, no hay un sometimiento servil de una persona a otra, cualquiera que sea la relación que  una a ambas.
                Si en tu empresa nadie discrepa, plantéate qué está muerto y cuando murió: ¿no has generado una buena política de relaciones personales,  jerárquicas o no?; ¿cómo se gestiona la comunicación interna?, ¿no existe, requiere cauces complicados...?; ¿hay miedo a alzar la mano para decir lo que no gusta?.

 
                2.-  Discrepar implica pensar.  Es decir, la parte que inicia el conflicto lo hace (generalmente) porque previamente ha  analizado y estudiado la propuesta o el problema. Por tanto, implica  que esa persona está preocupada porque las cosas funciones; indica (por regla general) que el/la  discrepante está alineado/a  con los objetivos y la marcha de la empresa, del equipo o de la relación....

                Pero también obliga a la  "contraparte" al estudio y al  análisis para que ésta pueda contraargumentar y defender sus posiciones.
                En resumen, exteriorizar el conflicto es crear una catarsis que permita proponer, estudiar, iniciar y potenciar posibles cambios.

 
                3.- Discrepar es ayudar a crecer, a innovar y a mejorar. Nadie cree en la perfección, simplemente porque ésta no existe.  Así que, cuando alguien se queje, escúchalo atentamente porque te puede estar dando nuevas claves muy útiles.

                Dentro de este punto, me gustaría mencionar una cuestión que considero muy importante: las consecuencias  positivas del conflicto en el seno de un equipo:
            * si se gestionan adecuadamente los tres elementos del conflicto antes citados (la expresión, la recepción y la actitud para buscar una solución), se podrá crear un clima de unión, competitividad y trabajo, de forma que cada miembro  busque dar lo mejor de sí para contraargumentar, hallar una solución,......
             * el simple hecho del debate fomenta la integración; y esto es muy importante cuando en el equipo hay gente nueva o procedente de otras culturas,....;
             * si el equipo logra dotarse de una solución sin (demasiada)  ayuda exterior, estará fortaleciendo su identidad grupal y sus relaciones internas.

          
                4.- Quién discrepa te mueve. Hace tiempo leí una frase genial de Virginio Gallardo: "Rodéate de gente mejor que tu y acabaras siendo como ellos".  No sé si podremos llegar a tanto, pero de lo que sí estoy segura es de que, cuanto menos, esa gente te puede sacar de tu zona de confort y de tu falsa seguridad.
                Quien te plantea una discrepancia te está obligando a replantearte tus opiniones y valores  "tradicionales", te está mostrando la posibilidad, necesidad y conveniencia de un cambio; te está obligando a ser más creativo,...
 
 
                5.- Exteriorizar para evolucionar. Una vez que el conflicto existe, soy partidaria de que se exteriorice para:
                          * evitar que se enquiste y haga imposible cualquier relación entre las partes.
                         * buscar una solución que permita resolver el problema de hoy;  y , a medio y largo plazo, crear una pasarela, una cultura de diálogo que favorezca la fluidez de las relaciones entre las partes.
 
                6.- Conoce a quienes te rodean. En los malos momentos es cuando de verdad conoces a la gente. La existencia de un conflicto, más o menos expreso, te permitirá medir la capacidad emocional de tu  "contrari@":  cómo manifiesta su controversia o cómo recibe una discrepancia, qué habilidades sociales tiene y cómo las maneja; con qué actitudes se maneja para buscar una posible solución,.....
         

                7.- Conócete a ti mism@. Aprende cómo reaccionas ante las dificultades; observa qué eres capaz de superar y/o de tolerar.  Identifica tus posibles carencias y prejuicios, .....
                Porque, como bien sabes, la vida no es un mar en calma: de vez en cuando se levantan olas que debes saltar.
 

Como siempre, acabo con una pregunta ¿cómo enfocas tú los conflictos?