viernes, 29 de noviembre de 2013

YA VOY YO SÓL@. LO SIENTO, PERO YA NO ME REPRESENTAS.


                Ya hablé, hace unos días, de cómo esta maldita crisis nos está  "ayudando y enseñando". Sí, estamos aprendiendo cosas que  NUNCA DEBEMOS OLVIDAR:  el  poder que tenemos como ciudadanía y como individuos;   el saber exigir responsabilidades a quienes deben ser ejemplares y honrados (no sólo parecerlo);  el mirar cómo y dónde dejamos nuestro dinero,.....


                Sí, sin duda alguna la calle se está empoderando, ante el desamparo y la  falta de respuestas que percibimos de las instituciones. En cualquier caso, el desencanto/la indiferencia  que sentimos ante la función, la legitimación y la justificación de la existencia de las instituciones  (y, por tanto, de su coste), está empezando a tomar un nombre:  "LO SIENTO, YA NO ME REPRESENTAS", YA NO SIENTO QUE TE IDENTIFIQUES CONMIGO Y MIS PROBLEMAS.
 
                O lo que es lo mismo: está cambiando la forma en que nos relacionamos con  "el poder",  entendido éste tanto en su faceta pública (administraciones,  sindicatos, gobiernos,...) como en la  faceta  privada (empresarios, proveedores de servicios,....).
                Cada vez más,  tendemos a buscar una relación  "lo más directa posible", saltándonos a los representantes tradicionales.  Así, me gustaría mencionar (generalizando):


                - La Justicia: los retrasos en celebrar los juicios, los requisitos formales exigidos para demandar, LAS TASAS y costas, la separación entre el derecho y el sentir ciudadano,...... hacen que  -cada día más-  evitemos relacionarnos con la judicatura. 
                Instituciones como el arbitraje y, sobre todo,  la mediación están de moda; pero no sólo por resultar menos formalistas y económicas que los tribunales (que también);  sobre todo lo están porque:
*  pensamos que permiten el cara a cara con la otra parte del conflicto y nos sitúa a tod@s al mismo nivel, con las mismas posibilidades;
* porque consideramos que jueces, juezas, abogados, abogadas,.... sólo atienden las cosas  "gordas",  las importantes. Viven en otro mundo.
 

                 - Redes Sociales: dicen que se están convirtiendo/las estamos convirtiendo en el cuarto poder, por encima de los medios de comunicación tradicionales. La inmediatez con la que permiten recibir y difundir la información; la capacidad de movilización  (a favor o en contra, por supuesto),.........
                Con las redes sociales, llegamos dónde queremos, cuando queremos,  y sin filtros ni censuras previas (para bien y para mal),..... No necesitamos a nadie que hable por nosotro@s, no quedamos sometidos a la voluntad, a la interpretación o la conveniencia de ningún portavoz.
 

                - Convenios Colectivos:  con la nueva legislación laboral, los Convenios están cediendo su papel como instrumentos de regulación de las relaciones laborales, en favor de la negociación individual empresa-trabajador/a.    Y cada día nos fiamos menos de los sindicatos como contrapoder a las empresas.
                Así,  al firmar un contrato, al negociar una modificación de las condiciones de empleo, ya no solemos buscar  "al del sindicato" para que nos asista, porque sabemos que su poder está  "de capa caída".  Lo que hacemos es buscar un acuerdo directo con la empresa, prescindiendo de intermediarios a los que negamos eficacia, funcionalidad, o de cuya capacidad dudamos.

 
                - Conflictos Laborales: Estamos asistiendo estos días al conflicto en la Radiotelevisión Valenciana, y acabamos de cerrar el conflicto de la limpieza de Madrid. Ambos son ejemplos de esta nueva forma de relación.
                Y ello porque la ciudadanía, en vez de quejarse por los gastos y las molestias derivados de estos conflictos, han cerrado filas en torno a l@s huelguistas y los apoya mayoritariamente:  ya no es el conflicto político y sindical, sino una lucha por mantener unos derechos, que coinciden con los míos, independientemente de la ideología  del sindicato o de la patronal.

               
                - Los organigramas de las empresas:  Somos perfectamente conscientes de que aquí ya no valen las frases tipo  "porque yo lo digo",  "y punto". Igual que ya no valen los despachos con puertas cerradas y en la planta noble, ni las jerarquías piramidales, ni los escalafones marcados por escalones de mucha altura. Las relaciones de empleo han cambiado.
                Ahora buscamos/necesitamos relacionarnos de tú a tú con nuestr@s superior@s, incluso l@s no inmediatos. Ahora necesitamos que no haya arriba, sino   "al lado". Necesitamos más un/a colega que esté cerca que un/a líder en la distancia.

                Y tampoco necesitamos una plantilla sometida y obediente que actúe como un robot. Necesitamos gente motivada y comprometida, que arrime el hombro en todo momento. Necesitamos más la iniciativa y el compromiso que la sumisión y el acatamiento.