miércoles, 30 de octubre de 2013

CON LOS CINCO SENTIDOS (I).


                Desde pequeñ@s hemos aprendido cuáles son los cinco sentidos, su utilidad y su importancia. Pero parece que, según vamos creciendo, nos olvidamos de su existencia, hasta que empiezan a dar problemas  porque los perdemos o se van deteriorando.          Hoy me gustaría recordar con vosotr@s la importancia de que las Empresas actúen DIARIAMENTE  con esos cinco sentidos.


                1.- El oído/la audición: la audición es la acción de oír, de percibir los sonidos.  Y, según Wikipedia, implica un proceso fisiológico  (derivado de la estimulación de los órganos de la audición) y un  procesos psicológico, derivado del acto consciente de escuchar un sonido.

              Escuchar  Como Empresa, necesitas:

                               * Abrir bien los oídos para apreciar algo más que el ruido de fondo, para entender lo que está pasando y los anuncios de lo que viene. Ello implica apuntarse  a la escucha activa, entendida como  el arte de comprender las palabras, sentimientos, ideas y pensamientos del emisor y no sólo los nuestros.
                               * Dar oídos a todo y a tod@s, pero en su justa medida. Escucha lo que te dicen, pero ten el suficiente espíritu crítico como para saber si es verdad en su totalidad y/o si te falta algo más que oír.

                               * Buscar el buen oído: aquí podemos hablar de la importancia de aprender a comunicar bien y con una actitud activa. Pero también de la necesidad de escuchar a la persona adecuada. Por ejemplo: si un proveedor presenta quejas sobre tus comerciales, debes escuchar a ambos y no sólo a uno de ellos, para entender correctamente la situación. 
                               * Regalar el oído a quién lo merezca y cuando lo merezca. Es muy importante reconocer a cada persona su buen hacer y en la forma en la que a esa persona le sirva.

                               *Oídos sordos ante rumores y cotilleos, así como ante lisonjas exageradas y sin fundamento. Lo contrario sólo servirá para confundirte y levarte a decisiones erróneas. Ante estas circunstancias, actúa como quien oye llover.
                               * Cerrar oídos ante distracciones y excusas.  Y si tienes claros los objetivos que persigues, asesórate por los y las mejores, prestando la debida atención a sus consejos. Pero olvídate de l@s agorer@s y los temeros@s, que jamás te harán avanzar.


            2.- El gusto. Es el sentido por el que percibimos los sabores, como respuesta a la combinación de varios estímulos (textura, temperatura, olor y gusto). Para recibir un sabor se requiere estimular las células receptoras del gusto (Wikipedia).

                También puede definirse como  "Placer o deleite que se experimenta con algún motivo, o se recibe de cualquier cosa. Facultad de sentir o apreciar lo bello o lo feo.  Manera de apreciar las cosas cada persona" (Diccionario de la RAE).

                Como Empresa,  necesitas:

                               *Estimular las células receptoras de tu plantilla para que se implique en tu proyecto, para que se sientan parte de tu organización.
                               Este es un trabajo que debes cocinar poco a poco, cuidando qué metas pides a  los tuyos (textura), cómo te preocupas de cada miembro de tu plantilla (temperatura), como estás pendiente de cada señal que se detecte en tu organización y en el sector (olor) y cómo eres un ejemplo de coherencia cuando pides algo (gusto). Procura que digan que trabajar contigo da gusto.

                        * Gusto adquirido. Los alimentos y bebidas llamados  "gustos adquiridos" son los considerados repugnantes por quienes no están familiarizados con ellos (p.e. comer insectos para la cultura occidental).
                               Los sacrificios y esfuerzos no son del gusto de nadie, suelen ser un mal trago. Sin embargo, debes aprender a paladear  también del camino, de cada espina que te vas quitando hasta llegar a la meta.  Y, además,  debes enseñar a tu capital humano a que también adquiera estos gustos, explicando claramente la meta y el camino y haciéndoles partícipes plenos de aquélla.

                               * Capacidad para digerir, capacidad para meditar las cosas despacio y lograr así su perfecta comprensión y su justa dimensión. Recuerda que actuar por impulso, cuando menos, te puede producir hipo.

                               * Probar cosas nuevas. Ábrete a los cambios;  no sólo para verlos venir,  sino también para elegir el que mejor conviene a tu empresa. El mundo es muy grande.   Ábrete también a las sugerencias e ideas de tu equipo, de todo tu equipo. Quizás te sorprenda el potencial que te rodea.
                               * Saborear la experiencia y el conocimiento. Como dice Isabel Álvarez en su artículo  "Quiero un profesional bueno, bonito y barato" ,  no te conformes con profesionales low cost. Conviértete en un gourmet del buen hacer, de la calidad.
 
 

                Trabaja para que tu empresa no sea hipogéusica: es decir, que no te falte capacidad para degustar y diferenciar los sabores básicos. No todo es igual, no todo es dulce o salado, no todo tiene el mismo grado de acidez. Cada miembro de tu plantilla es un mundo en sí mismo; cada situación es diferente. Cada oportunidad es única.
 
 

¿CÓMO CREES TÚ QUE DEBEMOS UTILIZAR NUESTROS CINCO SENTIDOS?