lunes, 30 de diciembre de 2013

CURADORES DEL TALENTO


                Hace poco he leído un muy interesante artículo  llamado  "Pero vamos a ver, realmente, ¿qué puñetas ES la curación de contenidos (y qué no lo es)"?, escrito por Antonio Villa.   Y su lectura me ha inspirado este post.  Vayamos por partes.

                Según Antonio, la curación de contenidos  "es la labor realizada por alguien (el curador) que continuamente encuentra, agrupa, organiza, valora y comparte online el mejor y más relevante contenido de un tema concreto". Y añade que dos de los puntos básicos de la curación son:
            - centrarse en un asunto determinado;

          - adoptar una visión crítica, discriminatoria y selectiva, buscando lo mejor y lo más relevante.
 

             estetoscopio Adaptando esta definición al ámbito de la gestión de personas, creo que quiénes nos dedicamos a estas labores debemos convertirnos en  "CURADORES DE TALENTO".  Es decir, debemos convertirnos en profesionales que:
 
 
 
 
                a) encontremos el talento: debemos formarnos (seguir formándonos) para detectar dónde está el verdadero talento. No hablo de las nuevas formas de reclutamiento (que también), sino  -sobre todo-  de aprender a reconocer el talento en forma de nuevas actitudes, nuevos valores, nuevas formas de entender y hacer,.....


                 b) agrupemos y organicemos el talento:  hay que crear equipos de talento. No basta con saber encontrar un/a único/a líder talentoso,  para ponerl@  al frente de un equipo obediente y entregado.
                Al igual que consideramos ya obsoletas e inútiles las figuras piramidales para la dirección, creo que  las estrellas (las individualidades) del equipo sobran;  porque si la estrella se va,..... ¿cuál es el futuro del grupo?.

                Por tanto, debemos esforzarnos por lograr que  tod@s l@s integrantes de un equipo tengan talento; no tod@s el mismo, evidentemente.  Organizar y agrupar el talento deben  significar,  también, ser capaces de sumar talentos  distintos para alcanzar el objetivo.


                 c) valoremos el talento: seguro que la gran mayoría hemos leído ya el artículo de El País llamado "Ofertas de trabajo: vetados mayores de 35". En este artículo se señala que una de las causas por las que no se contrata a mayores de 35 es por considerar que  tienen  mayores exigencias salariales.
                Quiénes nos dedicamos al reclutamiento sabemos que, hoy por hoy, hay muchas personas dispuestas a trabajar en lo que sea y casi por lo que sea. Igual que sabemos que, en algunos casos,  pagar lo que se pagaba antes es materialmente imposible. Pero no nos engañemos: lo bueno hay que pagarlo.

                Ahora bien, retribuir no sólo es dar X euros al mes; hay muchas formas de pagar para satisfacer y retener el talento que queremos. Sólo nos hace falta adoptar una visión más amplia y abierta de cómo conseguir el compromiso del talento.  
                Y no olvidemos una cosa:  RECONOCER EL TALENTO (felicitar al que lo tiene)  PUEDE QUE NO SEA  PAGARLO,  PERO SÍ  ES EVITAR QUE HUYA.

 
                d) compartamos el talento. Siguiendo con la valoración, podemos afirmar que una forma de pagar el talento es potenciarlo y compartirlo.  Me refiero  a prácticas sencillas y  -en algunos casos-  gratuitas, pero que deben convertirse en mantras de la gestión de personas:
                               * Difundir el conocimiento y talento: ¿quién es más útil en una empresa, el experto en una única cosa o el que domina un área pero también es capaz de suplir a otra persona en circunstancias concretas?.

                               Es cierto que se puede recurrir a talento externo  (y yo soy una gran partidaria de la externalización).  Pero no para todo y mucho menos para siempre.

                                *  Incrementar el talento: forma a las personas en aquéllas áreas en las que tengan ciertas carencias y que sean de interés del objetivo actual o futuro de la organización.
                               Pero también, ayúdales a formarse en otras materias de su interés, aunque no estén estrictamente relacionadas con sus funciones.

                               Y fundamental (en mi opinión): evita que el talento se acomode. Es necesario ofrecerle desafíos casi diarios para que se desarrolle y crezca.

                               En todos los casos, debes realizar un estudio personalizado de necesidades e intereses, porque cada persona tiene una carencia y/o una afición concreta. Porque en materia de talento, como en muchas otras, lo estandarizado no funciona.

                                * Dar libertad al talento: deja que se exprese más allá de procedimientos encorsetados y comunes. Márcale un objetivo, pero deja que decida cómo llegar hasta él.

                              

                Y si, como dice Antonio, dos de los puntos básicos de la curación son: centrarse en un asunto determinado y  adoptar una visión crítica, discriminatoria y selectiva  (buscando lo mejor y lo más relevante), debemos:

                Centrarnos en averiguar qué tipo de talento queremos para cada proyecto: no todos los talentos son iguales ni sirven para lo mismo;  no cualquier talento, por muy maravilloso que sea, será útil para nuestro objetivo.

                Por ello, l@s profesionales de Recursos Humanos debemos adoptar un enfoque crítico y selectivo a la hora de cazar y retener el talento; a veces, valorar adecuadamente un talento  es dejarlo escapar, para permitir que se desarrolle en vez de atrofiarlo.

lunes, 23 de diciembre de 2013

A VUELA PLUMA: CUANDO LOS DERECHOS SE CONVIERTEN EN PRIVILEGIOS


                 La primera muerte de la que tengo memoria  fue la de mi tata: una chica muy joven que nos cuidaba y que murió con 25 años. Aún recuerdo muchas escenas de aquél día, a pesar de que yo sólo tenía  6 años.
                Sobre todo me viene a la memoria  la imagen de mi madre llorando y repitiendo una frase:  "tenía que habérnoslo dicho y la hubiéramos ayudado".  No entendía nada de nada. Sólo veía lágrimas y mucho dolor.  Y aún menos entendí porque sus padres vinieron a despedirse de nosotros porque se marchaban a otro sitio.
                Pasados los años, indagué sobre todo aquél asunto. Mi tata Isabel murió al intentar abortar en casa de una  "componedora". Así llamaban a las señoras que, sin tener ningún tipo de conocimientos, practicaban abortos caseros. A las componedoras recurrían quienes por vergüenza y, sobre todo, por falta de recursos económicos, no podían ir a un médico.
                Y los padres de Isabel tuvieron que  "expatriarse"  porque lo que su hija había hecho era una infamia, un pecado y un delito.  

                Le pregunté a mi madre porqué decía que ella la hubiera podido ayudar.  Si lo que Isabel había hecho era delito ¿cómo iba a ayudarla?.  "Hija, en aquélla época el dinero también podía convertir lo blanco en negro".

                Esta mañana, desayunando en un bar, estaban radiando una entrevista al Ministro de Industria. Le preguntaron porque el Partido Popular se había opuesto a la iniciativa de otros partidos relativas a impedir el corte de la luz y el agua para las familias que no podían pagarla. La respuesta del Ministro fue decir que se intentaba evitar que lo pagáramos los demás.
                Imaginaos las contestaciones espontáneas que surgieron; quienes estábamos en el bar nos acordamos de que  "los demás"  estamos pagando el rescate a los bancos (que son empresas privadas); estamos pagando a las eléctricas el déficit tarifario (por cierto, frase que tod@s citamos y que muy poc@s saben que es); que los padres de Marta del Castillo tienen que pagar unas costas en una caso no resuelto,  etc,....

                ¿Porqué cito estas dos   "anécdotas"?. Pues porque considero que hay cosas que no pueden quedar sujetas a condiciones ideológicas o personales, por mucho que deriven de una mayoría política. Hay materias que repercuten mucho más allá de una legislatura o de un gobierno o de una coyuntura económica concreta. De otra forma: ¿puede un derecho quedar sujeto a la ideología del gobierno de turno?. ¿Nos podemos permitir que en cada cambio de gobierno haya un nuevo catálogo de derechos y de delitos?. 

                No tengo conocimientos suficientes para pronunciarme sobre si era o no imprescindible rescatar a los bancos; tampoco los tengo cómo para saber si a las eléctricas se les debe algo o no.  Tampoco tengo autoridad ninguna (ni la quiero) para decir si abortar es bueno o malo, si es un pecado o no, o si es propio de una sociedad progresista o no.  Lo único que me considero autorizada a expresar es MI OPINIÓN sobre cómo debe legislarse en determinadas materias.
 
                Hay materias cuya regulación requieren algo más que una mayoría absoluta (mitad más uno de votos, es decir, 51 sobre 100); hay materias cuya regulación jurídica debe quedar sujeta a mayorías más que cualificadas y, sobre todo, al consenso. Si la reforma de la Constitución debe ser aprobada por mayoría de 3/5 de cada Cámara (es decir, 60 sobre 100)  ¿cómo no la regulación de nuestros derechos? (educación, tasas judiciales, aborto,...).
                 Y si ese consenso no es posible en las instancias parlamentarias o si se trata de materias de especial repercusión social, tenemos ya regulados mecanismos para saber que opina la ciudadanía: el referendum.
 
                En el caso del aborto, creo que su regulación no debe ser cuestión de un sólo Ministerio, y mucho menos sólo del Ministerio de Justicia, porque ya presupone que se enfoca como una cuestión de legalidad y licitud. Lo mismo que la ley de Educación tampoco debería haber partido de un sólo Ministerio, porque afecta a muchas más áreas.
                Y algo muy obvio, aunque a veces se olvida: que el derecho exista no obliga a nadie a ejercerlo. Nadie está obligado a casarse ni a inscribirse en un registro de parejas de hecho, a pesar de que tengamos estos derechos. Nadie está obligado a acudir a la sanidad pública, a pesar de que tod@s tengamos reconocido al derecho a un sistema público de seguridad social.

                La nueva ley del aborto, a mi juicio, implica convertir un derecho en un privilegio. Y con ello, corremos el peligro de volver a ver casos como el de mi tata Isabel o los de turismo abortivo (¿os suenan los vuelos de fin de semana a Londres o a Ámsterdam?). Y señores y señoras, esto también es  "marca España".

               

PS: Sé que, a veces, me pringo en temas muy delicados, de los que se considera que pueden afectar a mi imagen profesional. Soy muy consciente de ello. Pero tengo un problema: no sé separar mi faceta personal de mi faceta profesional; ambas me acompañan desde que me levanto hasta que me acuesto.

Aquí dejo este modesto post. Quien quiera, que lo comparta en la red que quiera; estáis en vuestro derecho. Yo no voy a hacerlo porque no quiero poner a nadie en el compromiso de valorar si es o no adecuado para figurar en su red.

 

 

 

GESTIÓN DE DENUNCIAS INTERNAS POR PRESUNTOS DELITOS


               Aunque  afortunadamente  no es una situación frecuente, en ocasiones dentro de las empresas se producen escándalos que generan cierta conmoción.  No me refiero en este post a los rumores o chismes, sino a situaciones más graves: por ejemplo, presuntos delitos cometidos por personal  de la empresa.

                 Imaginemos: la apertura de un expediente interno contra un trabajador por un presunto acoso sexual a una compañera.  En el momento en que este expediente sea conocido por el resto de la plantilla, no hay duda de que se generará mucho ruido, se desatarán todo tipo de comentarios y  -desgraciadamente-  aparecerán (como setas) un sin fin  de jueces, testigos y verdugos.

                Ante estas situaciones, ¿cómo se debe actuar?; ¿cómo gestionar estos escándalos para evitar, o al  menos limitar, las consecuencias?. Desde luego no pretendo dar una receta mágica, entre otras cosas porque para cada situación concreta se requiere un protocolo específico. Sólo quiero establecer una propuesta básica, derivada de mi experiencia, y sujeta  a todas las críticas, sugerencias y correcciones que queráis hacerme.

                 1.- Reserva y discreción.  Se trata de temas extremadamente delicados, en los que la sensatez y la prudencia deben presidir todas las actuaciones.    Lo ideal es que nada de lo que se haga salga del estricto entorno en el que se tramite el expediente o se adopten las medidas que procedan (denuncias, suspensión temporal,.......)  porque hay que proteger tanto al presunto culpable como, en su caso,  a la presunta víctima.

                2.- Olvida el secretismo. Si el escándalo ya ha saltado, hay que saber manejarlo: lo mejor es hacerle frente con la mayor tranquilidad, rapidez y cordura posible.  Pero ojo: no se trata de contar lo qué ha pasado con pelos y señales, sino de desmontar versiones y evitar juicios paralelos.
                Y para ello la rapidez es fundamental: mientras más tarde se intente desactivar la bomba, más trabajo costará y a más frentes habrá que atender.
 

                3.- Romper la cadena de transmisión es fundamental.  Está demostrado que las  "malas noticias"  se difunden más rápidamente que las buenas, porque se cuentan a muchas más personas.
                Ralf Sommerfeld  (un estudiante alemán) realizó un experimento que concluyó que  "el rumor influye más que los hechos reales en la formación de la reputación de una persona".
 
                  Y para romper esta cadena no basta con un comunicado formal o con un discurso más o menos al uso.  Si el impacto  de la noticia (la gravedad del escándalo) depende, en buena parte,  de la capacidad de comunicación e influencia de quien las trasmite, para desactivarlo hay que recurrir a las mismas armas. Es necesario que la información, que pueda darse,  la transmita alguien creíble, con cierta autoridad (aún informal) y con el conocimiento o preparación suficiente como para poder aclarar dudas y eliminar ambigüedades.

                Recuerda que la mala información es tan inútil y puede ser tan peligrosa como la desinformación o el silencio.

                 4.- Olvida las amenazas. No hay nada más contraproducente en estas situaciones que las amenazas y las prohibiciones. Mientras más prohíbas hablar del tema, más dudas y rumores generarás y más grande harás la bola.  
                Creo que la mejor estrategia es procurar que la información que circule sea lo más aséptica y realista posible.
 
                Además de lo anterior, tampoco es malo recordar la presunción de inocencia y la necesidad de tramitar el correspondiente expediente para determinar la verdad de los hechos.
 
                 5.- No señales. Cuando tengas que hacer frente al escándalo antes de que los hechos queden definitivamente aclarados, recuerda que la culpabilidad debe demostrarse y no prejuzgarse.
                Y esta premisa debe aplicarla en todos los ámbitos, tanto frente a los implicados como frente a los terceros, porque  -como en tantas otras situaciones- debes predicar con el ejemplo y debes ser congruente con lo que pidas a los demás.


                 6.- Y después,.... Una vez aclarados los hechos definitivamente, tu trabajo será acreditar la objetividad de todo lo actuado.

                a) Si los hechos imputados resultan ser ciertos,  explicar qué medidas se han adoptado y porqué esas y no otras.
               Esto será una forma de indicar cuál es la política de la empresa ante este tipo de situaciones;  generará confianza sobre la transparencia y la motivación de la decisión adoptada, sobre la ausencia de arbitrariedad de esa decisión,.......
                Y esta labor es fundamental porque -en algunas ocasiones-  la posible víctima será vista también como culpable. De ahí la importancia de acreditar la seriedad, objetividad  y rigurosidad con las que se ha estudiado la situación.

                b) Si los hechos resultan ser falsos, tu trabajo será de  "reinserción".  El dicho aquél de calumnia que algo queda, en estas situaciones se da con mucha frecuencia.   
                Por ello, la claridad y transparencia al manejar la situación son imprescindibles. No basta con decir:   "los resultados del expediente/la sentencia dice .....", hay que emplearse a fondo para despejar todas las dudas residuales que aún puedan quedar.  Para ello:
                - sé tan rápido en dejar sin efectos las medidas adoptadas (en su caso) contra el afectado como sea posible;

                - no te limites a esperar que todo se normalice, porque corres el riesgo de crear quistes difíciles de disolver;

                - comunica generosamente tu satisfacción por su regreso;

                - haz un seguimiento de la reinserción.

               

 

               

 

viernes, 20 de diciembre de 2013

QUERIDO PAPÁ NOEL

              
             ¡¡¡¡AY, AY, que voy muy tarde¡¡¡¡.  Lo sé.  Pero a ver qué puedes hacer  por mí Santa.  Además, lo que te pido es muy, muy fácil de conseguir (creo) y no te ocupará mucho tiempo meterlo en tu saco. Ahí va mi lista de regalos:
 
                - Para mis amigas y amigos: nuev@s y antigu@s, estén donde estén, quiero una buena fiestuqui, con barra libre de sonrisas, ilusiones, felicidad y proyectos convertidos en realidades.

                 - Para mi familia: casi, casi me conformo con que se queden como están. Bueno, llévate un poquito del estrés de mi marido, que ya sabes cómo anda últimamente. Te lo cambio porque le mantengas la paciencia para seguir aguantándome.

                Y para mis hijos un buen abrigo que los mantenga bien protegidos en todo momento, sabiendo que siempre estaremos ahí para ellos.  Ah y muchísimos motivos diarios de alegría.  Porqué, ésto......   ¿parar su crecimiento no puedo, verdad?.

                Y ahora para mí:
                - Una maleta: para seguir viajando por la vida. Quiero continuar guardando nuevas experiencias y enseñanzas, nuevas ideas y formas de hacer. No hace falta que tenga ruedas; me conformo con que tenga un buen fondo, porque espero ir atesorando muchas cosas.
 
tiza                - Una pizarra: porque aún no he aprendido todo lo que la vida me puede ofrecer. Me vale cualquier modelo, no tiene que ser  "mágica".  Sólo necesito que me permita escribir, dibujar y borrar cuando lo necesite.



                - Una agenda, aunque no sea electrónica. Es que quiero seguir recopilando amigas y amigos, que son los que me enseñan, me llevan de viaje, me hacen sonreír y, a veces, llorar.  Prometo que apuntaré las fechas que para mis nuevos amig@s sean importantes, las felicitaciones que merezcan y los abrazos que necesiten.
                Con la agenda podré acordarme de tod@s l@s que se han tenido que ir fuera; los expatriados y las expatriadas (vamos, lo que aquí se ha llamado siempre emigrantes).  Así podré decirles que estoy segura de que, algún día, tendrán la oportunidad de volver.

german ejército botas                 - Una cámara, con una de fotos me vale. Así podré recordar todo lo vivido,  bueno y malo, que ya sabes que la edad,.... Si algún día me levanto un poco tontorrona, buscaré en las fotos a color; y si algún día voy de lista por la vida, recurriré al blanco y negro.

                 - Unas botas,  si puede ser tipo de montaña, gordas e impermeables. Es que sandalias para el calorcito y la playa ya tengo. Me viene mejor algo para el terreno duro, pedregoso y resbaladizo de la vida.  Y si de paso metes en el saco un impermeable para las críticas de quiénes no deben importarme, o para los malos días de quienes sí me importan.......... te lo agradecería enormemente.

                 - Un ordenador. Tranquilo, es lo último que te pido.  Pero ojo, que no quiero un PC. Me refiero a alguien que me ayude a ordenar y aclarar mi vida, que me ponga los pies en la tierra, que me recuerde las prioridades y me haga ver qué es lo realmente importante.
   
Querido Santa,  espero que no te resulte una lista muy larga y farragosa.  Yo, por mi parte, te prometo seguir poniendo energía, ilusión, optimismo y mucho, mucho cariño a mi alrededor y en todo lo que haga.
 Un beso.

 

 

 

 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

¡¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD, FELIZ AÑO Y FELIZ VIDA¡¡¡


Os dejo una postal de un árbol de Navidad. Me gustaría que no lo vierais como algo  falto de adornos, sino como un soporte para que colguéis vuestros deseos, esperanzas, ilusiones,...

                 
¡¡¡¡¡Que la Felicidad no os caduque el 7 de Enero¡¡¡¡.

viernes, 13 de diciembre de 2013

UN TRABAJO TEMPORAL,....... ¿PORQUÉ NO?


              Actualmente estoy llevando a cabo un proceso selectivo para en el que se ofrece un contrato temporal de 8 meses. He utilizado la base de datos proporcionada por el cliente  y  ¡¡¡oh sorpresa¡¡¡¡,  en el 80% de las llamadas realizadas me he encontrado con la misma respuesta:  "es que, en principio, un contrato temporal no es mi objetivo. Lo pensaré".

                No sé muy bien por qué, pero los contratos de trabajo temporal (igual que los de jornada reducida) tienen mala imagen.  Parece como si fueran de una categoría inferior.

                Como todo en la vida, la actitud con la que te enfrentes a cada situación será determinante para poner en valor esa situación.  Tranquil@, no voy a decirte que hay much@s a los que un contrato temporal les parecería  una bendición, aunque sea verdad.

                Cuando te hablo de la actitud me refiero a que un trabajo temporal (o a media jornada,..... ) será lo que tú quieras que sea; su valor o importancia se medirá por el valor o importancia que tú le des y por lo que quieras obtener de él.  Por ello,  "pa fuera telarañas"   y encara la situación como lo que es: una oportunidad (que no la única), una forma de invertir en experiencia y formación.

 

                Permíteme señalarte alguna de las ventajas del trabajo temporal, además de las consabidas del dinerillo y el poder rellenar el currículum.

                A) Actividad. Es mejor hacer algo que estar todo el día dándole vueltas a la cabeza o viendo pasar el tiempo. Mantenerse activo y sentirse útil es una gran terapia frente a multitud de problemas.
                En cualquier caso, estar trabajando puede decir mucho de ti a la hora de optar a otro puesto o a otro contrato:  quieres trabajar, quieres estar activo, te mantienes actualizado,......
 
                B) Te haces visible: Nadie llamará a tu puerta para darte un empleo, nadie irá  por ahí buscándote para ficharte,...  si no sabe que estás buscando trabajo. Una vez que estés  "en el mercado",   quién sabe con quién puedes encontrarte.

                C) Descubre si es lo que quieres hacer.   Un contrato temporal te puede dar la oportunidad de conocer un nuevo sector que, en principio, no era al que tú aspirabas. ¿Y si resulta que te acaba gustando?. O al contrario: cuando por fin aterrizas en el sector de tu interés, resulta que eso no era lo que tú creías.

                 D)  Vende lo que has aprendido.  Cuando puedas y quieras optar a otro puesto, puede que te interese  "vender"  las capacidades que has adquirido.  (trabajo  en una hamburguesería   atención a clientes; trabajo de cajer@ en un supermercado  tolerancia  al estrés; .......).
                Y, evidentemente, estar dentro te permite observar y conocer: puedes detectar problemas y puedes  probar o estudiar soluciones.  ¿Cuánto vale decirle a tu futura empresa éste es el problema que yo he detectado en el sector y ésta es la solución que yo propongo?. 


                E) Adquiere experiencia. Tanto si el trabajo es de tu área vocacional como si no lo es, debes admitir que estarás aprendiendo de la mejor forma posible: practicando.
                Sí, puedes decirme  que   si el puesto no tiene nada que ver con lo que tú quieres hacer o con lo que has estado haciendo, poca experiencia y poco aprendizaje vas a obtener.  No te equivoques: si lo encaras con una buena actitud, siempre sacarás experiencias y conocimientos que podrás aplicar después.
 
                En todo caso, tu experiencia te pude permitir  conocer qué hacen distinto en otro lado, te servirá para actualizarte,........


                 F) Haz "puenting". No me refiero sólo a la posibilidad de incorporarte a la empresa con carácter indefinido.  Voy más allá:  aprovecha la ocasión para detectar tus carencias, tus puntos fuertes,......; es decir, utiliza la temporalidad para prepararte.  

                 G) Demuestra.  ¿No crees que desde dentro es más fácil hacerle saber a la empresa lo que se pierde si no te ficha?.  Además, la temporalidad suele implicar menores exigencias y presiones, lo que te facilitará la oportunidad de destacar.

 

En resumen:  ¡¡¡Aprovecha cualquier oportunidad, encárala con optimismo y sácale todo el provecho posible¡¡¡¡

Hope Street
 

miércoles, 11 de diciembre de 2013

DESEABILIDAD SOCIAL Y REDES SOCIALES


                Leyendo hoy un magnífico artículo de Manuel Yañez, me ha surgido una reflexión a propósito de la   "deseabilidad social".
 
UNA  DEFINICIÓN  RÁPIDA.
                En el ámbito de la selección de personal, entendemos por deseabilidad social “la tendencia de los sujetos a idealizar sus respuestas,  según estereotipos introducidos por la valoración social de deseabilidad” (Matesanz,  1997). O, en palabras de Nicolás Seisdedos  "la adaptación inteligente".

         Es decir, y simplificando, la conducta por la cual los sujetos, al contestar determinadas preguntas, dan las respuestas que consideran más adecuada en función del entorno en el que se le hacen esas preguntas o de la finalidad que persiga el cuestionario. De otro modo: en vez de responder con sinceridad, dicen lo que creen que les va a ayudar a  "quedar mejor", lo que creen más  "políticamente correcto".

                Y esta tendencia  o conducta  se acrecentará  más cuanto  más importante sea  -para el individuo-   el objeto o la finalidad de las preguntas que se le formulen: ¿pones o pondrías el mismo interés en contestar un test en un proceso selectivo que en una encuesta telefónica sobre el tiempo que ves la tele?.   Normalmente ¿a quién tienes más interés en impresionar: a tu jef@ o a tu fruter@?.

                Una precisión: cuando hablo de deseabilidad social no me refiero a la CAPACIDAD de las personas de ADAPTAR nuestro lenguaje, nuestro comportamiento,.... al entorno, al interlocutor, a las circunstancias,... etc., sino a la CONDUCTA (más o menos consciente) que nos lleva a CAMBIAR  nuestro lenguaje, comportamiento,.... en función de lo que consideramos que nuestro entorno, nuestro interlocutor o las circunstancias van a considerar que es lo más correcto.

                Y que quede clara una cosa: tod@s buscamos la aceptación (ser parte de) y el reconocimiento (ser mejor o, al menos, igual que). Tod@s, por la naturaleza humana,  adoptamos una conducta de deseabilidad social en nuestra vida.  Por tanto, la deseabilidad no es ni buena ni mala per se.
  

EFECTOS DE LAS REDES SOCIALES EN LA DESEABILIDAD SOCIAL.
opciones, cuestionario, encuesta de opinión, por escrito                Siempre que se pide a una persona que responda a un test o prueba similar, se le advierte que debe ser lo más sincera posible. Seguro que quienes realizan o han realizado reclutamiento nos reconocemos en la muletilla:  "sed sinceros, porque no hay respuestas buenas o malas, sino respuestas sinceras".
 

                Y no las hay por razones evidentes: la consideración de lo que es bueno o lo que es malo puede variar de una persona a otra, de un  país a otro,  o incluso de una ciudad a la vecina. E, igualmente, cambia casi de una semana a la siguiente.  Incluso, cada un@ de nosotr@s puede tener  distintos criterios de maldad y bondad,  según la hora del día.
                Quiero decir: la  tendencia a lograr la deseabilidad social, a moverse exclusivamente por lo que en cada momento debe considerarse bueno, malo o regular,  está influenciada por una multitud de factores, circunstancias y situaciones. Y esto es así desde siempre.

                En un estudio publicado en 2001, Pablo Briñol y  otros autores  concluían que los individuos que tienen una alta deseabilidad social:
                -  son más fáciles de persuadir (especialmente usando incentivos);
                - revelan una mayor dificultad para discernir entre la realidad de los hechos y los argumentos con los que esos hechos se le presentan;
                - son más permeables a la opinión, creencia e influencia de tercer@s, especialmente cuando consideraban a es@s tercer@s como expert@s.
 
                     ¿No nos reconocemos tod@s, en algún momento, en estas características?
 

                A efectos de este post, quiero centrarme en la permeabilidad señalada.  ¿Cómo contribuyen las redes sociales a la deseabilidad social?. ¿Cómo nos impulsan las redes sociales a buscar y a modificar lo que consideramos   "más socialmente correcto"  en cada momento o cada situación?.  Las redes sociales ¿nos hacen más permeables?.

                Creo que la respuesta variará según la finalidad con la que nos movamos en esas redes. Veamos algunas posibilidades:

                - Buscar trabajo. Ya he dicho que -igual que l@s reclutador@s buscamos información en las redes de posibles candidat@s, ést@s están pueden (y deben) buscar datos sobre la empresa a la que quieren optar y, cómo no, de la persona encargada del proceso selectivo.
                Los blogs (personales o de empresa), los tweets, las fotos, los me gusta, ..... reflejan la cultura, los valores y las preferencias de sus autor@s.  Un seguimiento más o menos prolongado de estos elementos puede condicionar a posibles candidat@s a adoptar, al menos provisionalmente, la cultura de esa empresa, de es@ reclutador/a.

                Esta es, a mi juicio, la situación de deseabilidad social, de adaptación inteligente, más   "comprensible", ya que suele obedecer a un instinto casi primitivo de supervivencia.

                - Buscar reconocimiento personal y/o profesional. Tod@s tenemos ídolos, gurús, creador@s de tendencia,..... Se trata de personas a las que admiramos casi incondicionalmente y de las que solemos aceptar sus opiniones casi sin cuestionarles nada.
                El peligro de la conducta de deseabilidad social en estos casos (en mi opinión los más peligrosos) es convertirnos en meros  "contadores de retweets";  es decir,  el peligro es llevar la admiración hasta el rendimiento, de forma que cambiemos nuestras ideas sólo porque lo dice el/la gurú de turno y  para obtener así su aprobación.

                Y con un añadido: la velocidad con la que cambian los  "líderes"   del mundo 2.0  obliga a l@s fans a ir cambiando de opinión aceleradamente, lo cual les  llevará a una situación de cacao mental, de indefinición y de ambigüedad que,  a la larga, borrará el poco reconocimiento conseguido.

                Además, debemos recordar que,  cuando seguimos a una persona sin cuestionarle nada,  estamos desaprovechando la oportunidad única de aprender cuestionando.

                 - Buscar provocación. Estamos aceptando ya que el hecho diferencial es hoy el  "must have". Tod@s debemos aportar un valor único, personal e intransferible, que nos haga destacar sobre el resto de nuestr@s competidor@s.
                Quizás por eso, últimamente asistimos a la corriente de los  "antisistema sistematicos"  o provocadores profesionales,  esas personas que  -por sistema-   llevan la contra a todo lo que se considera instituido, sean corrientes de pensamiento, líderes, procedimientos,.....

               Pero  diferenciación o discrepancia no siempre significan provocación.  L@s provocador@s profesionales no son quienes aportan ideas novedosas, innovadoras y  "rebeldes", ni quienes tienen contraargumentos sólidos;  sino  quienes se oponen a algo porque sí,  sin más argumento  que la mera oposición. En estos supuestos, la deseabilidad social implica una conducta  de reto permanente. 
                Y,  si por alguna casualidad,  las   "ideas"   del provocador/de la provocadora encuentran eco, ¿cuánto tardará su autor/a en cambiarlas y buscar un nuevo reto?.

Como en muchas ocasiones, permíteme lanzarte una pregunta

¿te reconoces en alguna de estas conductas de deseabilidad social?.  ¿Sabes  ya qué puedes  hacer para solucionarlo,....  si quieres?.

jueves, 5 de diciembre de 2013

PREPARA ¡¡¡YA¡¡¡ TU CARTA A LOS REYES MAGOS.


 
                Mi sobrina de 5 años me dijo el otro día totalmente ilusionada:  ¿Sabes que ya tengo que preparar la carta a los Reyes Magos?. Ante esa pregunta sentí una mezcla de ternura y nostalgia.

                
              Cuando yo era pequeña también  "preparaba"  la carta a los Reyes Magos.   ¡¡¡Y era todo un trabajo de examen de conciencia, balance y priorizaciones¡¡¡.  Mi padre decía:  piensa bien los regalos que quieres y  piensa si de verdad te los mereces todos.  Luego, ordena la lista empezando por lo que más deseas, por si acaso los Reyes creen que no deben traértelo todo, que haya algo que mejorar.......  (confieso que yo era un pelín trasto).

             Perdida la ingenuidad, entiendes que la priorización   - el orden de la lista-   es un arma parental tanto para el  control presupuestario como para el  control conductual. Pero también es una forma inteligente de planificar para no errar (mucho).


                Seguro que tu empresa también quiere escribir una carta a los Reyes Magos; seguro que también tiene una necesidad o un capricho que quieres solucionar.  Así que, ponte manos a la obra y PREPARA TU CARTA DE EMPRESA.

                 1.- QUÉ REGALOS QUIERE.  Ya han transcurrido  casi 365 días desde la última carta. Es hora de saber qué nuevos proyectos quiere acometer, qué cambios debe introducir o dónde debe hacer mejoras. Y sobre todo, piensa bien: lo que quieres ¿son necesidades o caprichos?.

                 2.- QUÉ REGALOS SE MERECE.  Llegamos al momento del temido balance de comportamiento. ¿Has hecho tus deberes?; ¿has sacado buenas notas?; ¿te has portado bien?.
                Pedir es muy fácil, pero tienes que haber dado algo  a cambio para que te lleguen los regalos:  ¿qué ha hecho la  empresa para funcionar correctamente, para rendir todo lo posible?;  ¿qué políticas de responsabilidad social ha aplicado para tener más ventas?; ¿qué innovaciones ha introducido para incrementar su cuenta de resultado?;  ¿qué políticas de personal está aplicando para que sus recursos humanos estén contentos?;....

 
                3.- PRIORIZACIÓN. Ya te he invitado a que reflexiones sobre si tus deseos obedecen a necesidades o a meros caprichos.  Debes ser realista: planifica con tiempo la nueva estrategia a seguir y los objetivos a alcanzar; reúnete con tu personal y comunícaselos; implícalos y busca su consenso.  ¿Tod@s estamos de acuerdo en que esto es necesario?. ¿Hay alguna prioridad no contemplada?. ¿Podemos permitirnos algún caprichito o sólo debemos centrarnos en las necesidades?.......

 
Ya tenemos preparada la Carta; ahora hay que mandarla por un medio adecuado,  que nos asegure que llegará a Oriente. Creo que no hay mejor  "Cartero Real" que tus Recursos Humanos, tu personal.

              
                   Pero para que tu personal realice bien su función de corresponsal, antes debes habértelo ganado para tu causa (al que algo quiere, algo le cuesta). Así que, sabiendo que nada puede arreglarse al tiempo de escribir la carta, en el último momento, ve anotando en la agenda del 2014: ¿cómo puedo enganchar/compremeter a mi personal con mis objetivos?; ¿qué debo hacer para ganármelo para mi causa?.

¿A qué ya no te parece  "tan pronto"  para hablar de este tema?.
 

NOTA  1:  para mis amig@s no familiarizados con esta tradición de los reyes magos en Wikipedia podéis encontrar un resumen
NOTA 2: un año fui paje del Rey Baltasar.  Una experiencia  ¡¡¡ma-ra-vi-llo-sa¡¡¡, que repetiría todos los años.